miércoles, 17 de noviembre de 2010

ANÁLISIS DE CAYETANO DELAURA EN DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS, DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUÉZ

Un texto literario es un universo complejo. Sin lugar a dudas, cuando nos acercamos a creaciones literarias, la característica connotativa que subyace en el lenguaje nos impide establecer dictámenes inequívocos y, al mismo tiempo, nos brinda la posibilidad de abordar la totalidad de la obra desde varios enfoques. En términos técnicos, consiste en desarrollar un análisis inmanente y trascendente del documento objeto de estudio. Estos dos métodos nos permitirán establecer una estructura que garantice la claridad y óptimo desenvolvimiento de la temática aquí plasmada.

Ahora, es conveniente aludir a lo que concierne como tema de análisis en este escrito. En primer lugar, hay que fijar el marco de desarrollo: la novela “Del amor y otros demonios”, del nobel colombiano, Gabriel García Márquez, y establecer el punto particular que compete a este texto: la resolución a la cuestión de por qué el personaje Cayetano Delaura elige las líneas del poeta Garcilaso de la Vega para acercar su expresión al regazo y entendimiento de Sierva María.

Después de hacer claridad en ese punto, abordamos el primero de los conceptos mencionados anteriormente: el método inmanente. Este tipo de análisis pretende extraer conclusiones del mismo texto, sin permitir la posibilidad de configurar conjeturas que disten de lo exclusivamente plasmado en el documento. Así, procedemos en un intento por resolver la cuestión central que atañe a este documento.

Sin desligarnos de la obra, ¿cómo se configura el personaje de Cayetano Delaura? Además, ¿qué vínculo existe entre esa configuración y la elección del poeta español, Garcilaso? Este hombre que responde al nombre completo de Cayetano Alcino del Espíritu Santo Delaura y Escudero es descrito como una persona joven, de 36 años de edad, con estudios honoríficos de teología en Salamanca, español de nacimiento con descendencia latina por la sangre materna y, según él, descendiente directo de Garcilaso por linaje paterno, estirpe por la que le asignaba “un culto casi religioso” (García, 1994: 87) al acercamiento de su obra. Pero una de las mayores virtudes del personaje es su pasión por la lectura. Aspecto que sin duda es exaltado al contextualizar el desarrollo de los hechos en un periodo de predominio eclesiástico en todos los campos; la Iglesia era jueza de lo que estaba bien o mal, por ser la representante de Dios en la tierra. De esta forma, muchos textos eran etiquetados como prohibidos y se convertían en utópicos para el pueblo. Pero Delaura sacia su pasión, gusto y ansias de letras asumiendo el cargo de bibliotecario, además de hacer parte de un sentir y compromiso divino. Esta distinción es un elemento de privilegio que facilita el poder vincular al personaje con la lectura del poeta renacentista; pero con la mera aproximación a las líneas del poeta, no a la elección de éste para expresarle sentires a Sierva María.

También es inmanente sostener, con el apoyo exclusivo del texto, que Delaura empieza a despertar una serie de sensaciones por Sierva María, contenidas en oraciones como: “el corazón se le reventaba”, “porque te quiero mucho” (voz de él a ella); y a fijarla en algún sueño como la restauradora de claveles marchitos por ramos de gardenias, que son un simbolismo de cambio de lo inerte por lo vivo, por la esperanza en el caos. Incluso, en las últimas páginas confiesa, con la mano en el pecho “muero de amor por ella” (García, 1994: 158). Todo lo anterior justificando la temática de relación en la elección del poeta: el amor. Sentimiento que se aborda con matices románticos, que serán especificados más adelante, en el análisis trascendente.

Otra vinculación inmanente se puede fijar a partir de la cita, refiriéndose a Cayetano, que enuncia “... Repitió en voz alta los sonetos de amor de Garcilaso, asustado por la sospecha de que en cada verso había premonición cifrada que tenía algo que ver con su vida” (García, 1994: 98). Esto establece una relación entre el personaje y la obra de Garcilaso. Pero este punto se requiere conocer las características de la obra del poeta, sus temáticas, sus influencias y demás aspectos que sobrepasan el límite inmanente y se adhieren a lo trascendente.

En los métodos de análisis trascendentes se analiza la obra con base en una clave interpretativa que va más allá de la configuración lingüística del texto. En este caso, fijar una posible relación entre la obra del poeta Garcilaso y la del personaje Cayetano implica tener vastos conocimientos del autor romántico, y estos no se hallan en el desarrollo de la historia de “Del amor y otros demonios”. Por este motivo, establecer el vínculo es algo que trasciende del texto inicial e implica abordar otros documentos.

Planteando brevemente la vida y obra del poeta español Garcilaso de la Vega, podemos citar el amor como su temática más relevante, pero este abordado desde un sentido romántico, donde el significado más sublime está en la búsqueda de un imposible, donde no hay corporeidad: donde se establece como un ideal.

Ahora, si nos remitimos a la gran influencia de Garcilaso, surge ineludiblemente el nombre de Francesco Petrarca, escritor italiano que influyó mucho más que en el auge del soneto, sino que persuadió al poeta español con sus temáticas amorosas; básicamente al amor cortés, que consiste en un idilio bajo una concepción platónica y mística del amor, que siempre constituye un amor adúltero entre personajes distantes (generalmente una dama de la nobleza y un plebeyo). Esta particularidad se asimila con la vida personal de Garcilaso y su amorío romántico con una dama portuguesa de la reina, Isabel Freyre (“Elisa” en sus versos).

Ahora se puede fijar una conjetura verosímil entre en concepto anterior de amor cortés en Garcilaso y la semejanza con la vida de Cayetano Delaura y el porqué de su elección. En primer lugar, Sierva María de Todos los Ángeles era una niña, hija del segundo marqués de Casalduero, Don Ygnacio de Alfaro y Dueñas. Esto, a pesar de las adversidades y características de la joven, le confiere un título noble; mientras, Cayetano no ostenta uno diferente al de simple bibliotecario. La distancia entre el amor inalcanzable, fugitivo y furtivo que se presenta entre estos dos personajes le confiere matices de idealismo al desencadenamiento amoroso.

Hasta este punto, hemos considerado la similitud entre las vidas de Garcilaso y Cayetano. Pero… ¿es suficiente esta afinidad como el único motivo por el que Delaura eligió al poeta español? ¿Qué hay de trasfondo para que esto haya ocurrido? Si seguimos tomando como base los métodos trascendentes, resulta sencillo aproximar la respuesta con los conceptos planteados por el teórico alemán Emil Staiger, en su libro “Conceptos fundamentales de poética”.

Inicialmente, y antes de aseverar una conexión en la elección del poeta, podríamos hacer una observación: ¿por qué poesía? ¿Es acaso un arma de conquista… o una forma de liberación? El escritor Emil Staiger propone lo lírico como medio de expiación, de catarsis del alma. Además como algo inherente al individuo: “… La prioridad de lo lírico viene dada ya por la esencialidad misma del ser hombre… en él no hay propiamente intencionalidad” (Staiger, 1996: 15). Lo anterior alude a la necesidad de expresar, que aquí el autor plantea como innata en la condición natural del hombre, a través de la poesía.

Ahora, nos acercamos más al punto concreto que lleva a Cayetano a elegir a Garcilaso. Para esto es conveniente plantear el concepto de hermenéutica, cuya  doctrina de la interpretación pone en relieve cómo la esencia de un texto resulta de un diálogo entre el momento de escritura y el de lectura. Esto quiere decir la conexión de dos momentos cronológicamente distantes por la esencia de las sensaciones. Básicamente es revivir las palabras del autor en el interior de quien pueda generar el nexo al momento de efectuar la lectura.


Esta idea está complementada por el autor alemán ya mencionado, quien afirma: “… El lector de un trozo lírico, al percibir esta onda, al vibrar con ella, reproduce ese estado imaginario. Aquí el comprender es estar acorde dos almas entre sí puestas al unísono…” (Staiger, 1996: 14). Además sostiene que esa compenetración es posible lograrla y que resulta mucho más fácil y satisfactoria cuando las experiencias del poeta son el reflejo de las propias. Este era el clímax del porqué. La elección de Cayetano Delaura está dirigida a un poeta del amor, en el que puede encontrar un espejo de sus vivencias. Como propone Andrés Morós: “En la base de todo está el placer que alguien obtiene leyendo lo que otro ha escrito”.

En conclusión, la elección de Cayetano Delaura debe ser abordada desde perspectivas inmanentes y trascendentes del análisis literario para consolidar un juicio acorde y aproximado. También, esa elección está enmarcada fuertemente por la conexión de semejanza entre la vida y obra del poeta elegido, Garcilaso de la vega. Tampoco se pueden ocultar los matices del petrarquismo y del amor cortés que saltan a la vista a lo largo de la historia entre Cayetano y Sierva María. Lo que hizo el personaje Delaura estuvo siempre ligado a otro concepto de Emil Staiger, que plantea el acercamiento a la manifestación lírica en virtud de un acto de simpatía, del amor. Convirtiendo siempre los versos de Garcilaso en el reflejo y expresión de sus sentimientos.

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